1º Bachillerato Nutrición y salud UD 4 El aparato circulatorio

 

La proporción de agua en el cuerpo humano, con distintas sustancias en disolución, representa aproximadamente un 56 % del total de la masa corporal. Buena parte de estos fluidos se encuentran dentro de las células como parte del citoplasma o líquido intracelular, pero el resto se localiza fuera de ellas y constituye el medio interno.

Día y noche, minuto a minuto, trillones de células de nuestro cuerpo absorben nutrientes y excretan desechos en este medio interno. El medio interno proporciona a las células:

a) Un medio líquido en el que vivir.

b) Diversos tipos de nutrientes.

c) Un lugar donde eliminar sus desechos.

d) Un medio de comunicación con otras células a través de mensajes químicos (hormonas).

Aunque el ritmo de estos intercambios se ralentiza cuando dormimos, nunca se para, pues si se detiene, morimos. Cada una de las células del cuerpo sólo puede realizar tales intercambios con el líquido inmediato que las rodea, llamado líquido intersticial, tisular o extracelular, pero de alguna forma se deben renovar los nutrientes y evitar la acumulación de sustancias de desecho. En vez de carreteras, vías de tren o pistas de aviones, las rutas de distribución del organismo son los vasos sanguíneos.

El líquido de los vasos sanguíneos, la sangre, bombeado por el corazón, se mueve a cierta velocidad por un conjunto de vasos cerrados que constituyen el sistema circulatorio o cardiovascular.

Además del líquido intersticial y de la sangre, el cuerpo humano dispone todavía de otro líquido más, que es la linfa. La linfa recoge y canaliza el exceso de líquido tisular, pues generalmente sale más líquido de los capilares sanguíneos del que regresa. La linfa se mueve a través de los vasos linfáticos, que en determinados puntos se comunican con los sanguíneos. Este equilibrio necesario para la vida se llama homeostasis.

1. Anatomía del sistema cardiovascular

El sistema cardiovascular está formado por tres grandes partes: una potente bomba que hace que circule (el corazón), un conjunto de tubos interconectados (arterias, venas y capilares) y un fluido que circula por todo este sistema (la sangre).

1.1. La sangre

La sangre es un tejido altamente especializado formado por una matriz fluida (plasma sanguíneo) y por elementos formes (células como los leucocitos y los eritrocitos y restos celulares como los trombocitos). Una gota de sangre contiene aproximadamente unos 5 millones de eritrocitos, de 5.000 a 10.000 leucocitos y alrededor de 250.000 trombocitos.

Es un líquido viscoso de sabor salado que recorre el interior de los vasos sanguíneos. El volumen de sangre en el cuerpo depende de la persona. En un hombre adulto de unos 70 kg es de aproximadamente 5 litros.

La sangre es el líquido que circula por el aparato circulatorio sanguíneo. Tiene varias funciones importantes:

a) Reparto de nutrientes y oxígeno a las células y recogida del dióxido de carbono y los desechos (urea, ácido úrico).
b) Transporte de hormonas desde las glándulas endocrinas a su lugar de acción.
c) Defensa contra infecciones.
d) Regulación de la temperatura corporal.
e) Coagulación para evitar su pérdida ante una hemorragia.
f) control del pH.

La sangre circula a bastante velocidad a través de los vasos sanguíneos. El corazón puede bombear unos 5 l/min lo que significa que toda la sangre de una persona puede pasar por el corazón en un minuto. Una gota de sangre podría recorrer todo el cuerpo en unos 20 segundos.

Definimos volemia como la cantidad total de sangre circulante en una persona.

1.1.1 El plasma sanguíneo

Está formado por agua (80-90%) y numerosas sustancias disueltas, proteínas (albúmina, anticuerpos...), sales minerales (Na+, K+, Ca2+, ...) y en menor proporción otras sustancias útiles o de desecho (glucosa, lípidos, vitaminas, hormonas, urea, bilirrubina, ...).

El plasma sin proteínas se denomina suero sanguíneo.




1.1.2. Elementos formes de la sangre

Bueno ya hemos visto que eran los eritrocitos, los leucocitos y los trombocitos. Como los elementos formes de la sangre tienen una vida determinada es necesario que se renueven en un proceso llamado hematopoyesis y que ocurre en la médula ósea roja.






1.1.2.1. Eritrocitos, hematíes o glóbulos rojos

Son las células más numerosas de la sangre (entre 4-6 millones/mm3). Su porcentaje total se llama hematocrito (40-54% en hombres y 37-47% en mujeres)

Tienen forma de disco bicóncavo y carecen de núcleo y orgánulos complejos.



Su membrana es rica en elastina y muy deformable para poder circular hasta por los capilares más estrechos.

Se forman en la médula ósea de algunos huesos. Los eritrocitos viven unos 28 días, al final de los cuales son destruidos, fundamentalmente en el bazo.

Su citoplasma está repleto de hemoglobina. La hemoglobina es una proteína con hierro que da el color rojo a la sangre, su función es combinarse con el oxígeno para transportarlo. Está molécula está formada por cuatro grupos hemo donde se une el oxígeno.

También tienen anhidrasa carbónica que colabora en el transporte del CO2.




1.1.2.2. Leucocitos o glóbulos blancos

Son incoloros y con núcleos de diversas formas según el tipo. Su función es intervenir en la defensa del organismo frente a enfermedades (forman parte del sistema inmune).

Algunos, como los fagocitos, pueden fagocitar sustancias u otras células y destruirlas. Otros, como los linfocitos B, fabrican anticuerpos para defendernos.

Se forman en la hematopoyesis pero luego deben seguir un proceso de maduración en los distintos órganos linfoides.

La mayoría de los glóbulos blancos viven de 6 a 12 días aunque algunos (como los de memoria inmunológica) pueden vivir mucho más tiempo. Distinguimos dos grandes grupos:  agranulocitos (no tienen en su citoplasma gránulos proteicos) y granulocitos (sí poseen en su citoplasma gránulos proteicos)




1.1.2.2.1. Leucocitos agranulocitos

a) Linfocitos; son los leucocitos de menor tamaño pero uno de los más abundantes (20-40%). En su citoplasma se observa un anillo periférico de color azulado. Son las principales células encargadas de la inmunidad. Podemos distinguir tres tipos de linfocitos:
  • Linfocitos B; son los responsables de la respuesta inmune humoral y producen los anticuerpos.
  • Linfocitos T (se llaman así porque maduran en el timo); producen citocinas.
  • Linfocitos NK (“natural killers”); actúan de forma directa destruyendo toda célula infectada o cancerígena.

b) Monocitos; son los leucocitos de mayor tamaño. Tienen un núcleo arriñonado y, tras circular unas horas por la sangre, salen de los capilares y se convierten en macrófagos (células que se mueven por los tejidos mediante pseudópodos). Su función principal es fagocitar microorganismos o restos celulares.





1.1.2.2.2. Leucocitos granulocitos.

a) Neutrófilos; en ocasiones se les llama micrófagos (aunque es menos común). Son el tipo de leucocitos más abundante (50-80%) en la sangre humana. Son células cuya función es fagocitar todo tipo de agentes infecciosos o materiales extraños.


b) Eosinófilos; son poco frecuentes pues la mayoría no está en el torrente sanguíneo sino en los tejidos. Tienen un núcleo bilobulado. Se encargan de muchas funciones proinflamatorias, de regular la respuesta alérgica y de atacara parásitos (de un tamaño demasiado grande para ser fagocitados).



c) Basófilos; son los leucocitos menos abundantes en la sangre. Tienen un núcleo bilobulado pero irregular. Su función es desencadenar la respuesta alérgica mediante la liberación de la histidina.


1.1.2.3. Trombocitos o plaquetas.


Son fragmentos celulares (no células “de verdad”) incoloros procedentes de la fragmentación de células de mayor tamaño (megacariocitos) de la médula ósea. Carecen de núcleo aunque tienen algunos orgánulos.

Son responsables de la hemostasia (proceso para mantener la sangre dentro de un vaso sanguíneo lesionado) y participan en los procesos y reacciones de coagulación sanguínea (muy complejos y extensos como para explicarlos aquí).




Vídeo de repaso


1.1.3. Los grupos sanguíneos humanos

Los primeros intentos de transfusión de sangre fracasaron muchas veces hasta que, en 1901 K. Landsteiner descubrió que existen tres tipos de grupos sanguíneos [A, B y O]. Los diferentes grupos sanguíneos se definen por las proteínas (antígenos) que hay en las membranas de los glóbulos rojos, que funcionan como marcadores. La incompatibilidad se debe a que las proteínas de las membranas, como las de cualquier otra célula del organismo, vienen determinadas genéticamente.

Los antígenos son detectados por el sistema inmunitario; de modo que si este los reconoce como extraños, libera anticuerpos. Los anticuerpos, que son proteínas presentes en el plasma, rodean y se unen a los antígenos de los glóbulos rojos formando grumos, un fenómeno denominado aglutinación, que impide la correcta circulación. En las siguientes horas, los glóbulos rojos se descomponen (hemólisis), liberando hemoglobina al torrente sanguíneo, lo que aumenta la viscosidad sanguínea y bloquea los túbulos de los riñones. Esto provoca un fallo renal que conduce a la muerte.

Existen más de 30 antígenos comunes en los glóbulos rojos en seres humanos, siendo los antígenos de los grupos sanguíneos AB0 y Rh los más conocidos. Los grupos sanguíneos AB0 se basan en el tipo de antígenos, tipo A o tipo B, que hereda una persona. La ausencia de ambos antígenos da lugar al tipo 0, la presencia de ambos antígenos resulta en el tipo el AB, y la presencia de antígenos A o B, produce el tipo A o B de la sangre, respectivamente. En los grupos sanguíneos ABO, los anticuerpos se forman durante la infancia contra los antígenos A o B que no están presentes en nuestros propios glóbulos rojos. Como se muestra en la tabla, un bebé que no tiene antígenos ni A ni B (grupo O) produce anticuerpos antiA y antiB, y así sucesivamente. 


Los grupos sanguíneos Rh se llaman así porque el antígeno (Rh) fue identificado por primera vez en un macaco (mono cuyo nombre genérico es Rhesus) y más tarde se descubrieron en seres humanos. En España, la mayoría de la población es Rh+ (Rh positivo) porque porta el antígeno Rh, Rh- denota ausencia de antígeno Rh y por tanto si una persona recibe sangre del tipo Rh+ , su sistema inmunitario se sensibiliza y producirá anticuerpos contra el antígeno Rh+ . En este caso la hemólisis (ruptura de los glóbulos rojos) no ocurre en la primera trasfusión, ya que el cuerpo necesita tiempo para reaccionar y empezar a producir estos anticuerpos.

Un problema importante relativo al Rh aparece en mujeres Rh- embarazadas que tienen bebés Rh+. El primer embarazo transcurre bien, acabando con el nacimiento de un bebé sano. Pero una vez que la madre ya se ha sensibilizado a los antígenos Rh+ que han pasado mediante la placenta a su torrente sanguíneo, formará anticuerpos a menos que sea tratada a tiempo.

En un embarazo posterior, si el bebé es Rh+, los anticuerpos maternos pueden llegar al feto, originándose la destrucción de los glóbulos rojos fetales (eritroblatosis fetal), de consecuencias fatales para el feto.

Actualmente se administra, justo después de dar a luz al primer hijo el RhoGAM, que es un suero inmunitario que evita la sensibilización y la subsecuente respuesta inmunitaria.

Tipos de sangre. La importancia de conocer el tipo de sangre del donante y el receptor antes de una trasfusión es evidente. Esencialmente, el proceso conlleva la mezcla de la sangre con dos tipos diferentes de suero inmune: anti-A y anti-B. La aglutinación se produce cuando los glóbulos rojos de una persona del grupo A se mezclan con el suero anti-A, pero no cuando se mezclan con suero anti-B. Por su parte, los glóbulos rojos de tipo B se aglutinan con el suero anti-B pero no con el suero anti-A.

Para asegurarse también se realiza la prueba de compatibilidad cruzada. Con ella se comprueba la aglutinación de los glóbulos rojos del donante con el suero del receptor y los glóbulos rojos del receptor con el suero del donante. Para determinar el tipo de Rh, se realiza un proceso similar al del tipo AB0. 


Práctica de determinación de grupos sanguíneos

1.2. El corazón

El corazón es un órgano hueco formado por tejido muscular estriado cardíaco. Su tamaño es similar a un puño cerrado y es algo mayor en hombres que en mujeres (300g/225g) aunque siempre dependiendo del volumen corporal y el desarrollo físico.

1.2.1. Anatomía del corazón

En la parte externa del corazón se observan un surco transversal y otro longitudinal, por donde discurren las principales arterias y venas coronarias y los nervios que participan en su regulación nerviosa.






1.2.1.1 Localización del corazón

El corazón se encuentra en el mediastino (lugar comprendido entre ambos pulmones por delante del esófago y por detrás del esternón).
Su borde superior está a la altura de la segunda costilla y su extremo (apex cardiaco) entre la quinta y la sexta. Se apoya en el diafragma ligeramente inclinado mirando hacia la izquierda (unas 2/3 partes del corazón estarían el lado izquierdo).




1.2.1.2 Envolturas del corazón y pared cardíaca

Dado que el corazón se mueve y está muy protegido por diversas estructuras rígidas es necesario evitar las fricciones y amortiguar los impactos. Por ello el corazón está envuelto por el pericardio

El pericardio tiene dos capas: el pericardio parietal, pegado a los órganos adyacentes, y el pericardio visceral o epicardio, unido al miocardio (músculo cardíaco). Entre las dos capas hay una cavidad rellena por un líquido (líquido pericárdico)que lubrica las dos superficies favoreciendo el movimiento del corazón en el latido cardíaco.

La pared del corazón está formada por tres capas: el epicardio (que ya veíamos en el pericardio y comparte con este), el miocardio (tejido muscular cardíaco) y el endocardio (capa endotelial que recubre las cavidades cardíacas y está en contacto directo con la sangre).



1.2.1.3 Estructura interna del corazón

El interior del corazón tiene dos tipos de elementos: las cámaras cardíacas y las válvulas cardíacas.

1.2.1.3.1 Cámaras cardíacas

En el interior del corazón hay cuatro cavidades o cámaras: dos superiores o aurículas y dos inferiores o ventrículos. Entre las izquierdas y las derechas hay un tabique (septum) que las separa e impide que se mezcle la sangre que circula por un lado y el otro. Se le llama tabique auricular o tabique ventricular dependiendo de las cámaras que separen.

Las aurículas reciben la sangre procedente de las venas: son cámaras receptoras.

Los ventrículos expulsan la sangre procedente de las aurículas a través de las arterias: son cámaras de bombeo. Los ventrículos necesitan generar muchísima más fuerza que las aurículas (especialmente el izquierdo que manda la sangre a la circulación mayor como veremos el jueves) por lo que miocardio es mucho más grueso y potente (sobre todo el del ventrículo izquierdo).




1.2.1.3.2 Válvulas cardíacas

Existen dos tipos de válvulas cardíacas:

a) Válvulas auriculoventriculares; conectan las aurículas y los ventrículos entre sí. Impiden que la sangre que ha pasado a los ventrículos retroceda durante el latido cardiaco.
La válvula auriculoventricular que separa la aurícula y el ventrículo derecho se llama válvula tricúspide porque tiene tres valvas o cúspides.

La válvula auriculoventricular que separa la aurícula y el ventrículo izquierdo se llama válvula mitral (recuerda a la mitra de un obispo) o bicúspide porque tiene dos valvas o cúspides.

b) Válvulas semilunares o sigmoideas; conectan los ventrículos con las arterias e impiden el retorno de la sangre durante el latido cardíaco. Se denominan dependiendo de la arteria con la que se comuniquen: válvula semilunar, o sigmoidea, aórtica o válvula semilunar, o sigmoidea, pulmonar.




1.2.2. Fisiología del corazón. El ciclo cardíaco

Antes hemos visto que entre las aurículas y los ventrículos y entre los ventrículos y las arterias existen dos válvulas auriculoventriculares (AV) (la mitral y la tricúspide) que impiden el retroceso de la sangre. Estas válvulas se encargan de que la sangre fluya en una sola dirección a través de las cámaras cardíacas; de las aurículas hacia los ventrículos y de los ventrículos hacia las grandes arterias que salen del corazón. Están ubicadas entre las cámaras auricular y ventricular de cada lado del corazón y evitan el retroflujo hacia las aurículas cuando los ventrículos se contraen. Funcionan gracias a unas diminutas cuerdas blancas, las cuerdas tendinosas, que anclan las membranas a las paredes de los ventrículos mediante los músculos papilares. Cuando se contraen los ventrículos, se cierran las válvulas. En este momento, las cuerdas se tensan y sujetan las membranas en una posición de cierre. 

El segundo conjunto de válvulas, las válvulas semilunares (SL) protege las bases de las dos grandes arterias que salen de las cámaras ventriculares y se llaman respectivamente válvulas pulmonares y aórticas semilunares. Cada válvula semilunar posee tres valvas que se ajustan firmemente entre si cuando se cierran. Cuando los ventrículos se contraen y fuerzan que la sangre salga del corazón, las valvas se abren y se aplastan contra las paredes de las arterias. A continuación, cuando se relajan los ventrículos, la sangre empieza a fluir hacia atrás en dirección al corazón, y las valvas se llenan de sangre, de modo que se cierran las válvulas. Esto evita que la sangre arterial vuelva a entrar en el corazón



Podemos distinguir las siguientes fases:

a) Diástole; las aurículas y los ventrículos se relajan y el corazón se dilata. Como consecuencia las aurículas van llenándose de sangre. La sangre no oxigenada llega por el lado derecho desde las venas principales del cuerpo y la sangre oxigenada regresa al lado izquierdo después de pasar por los pulmones.

b) Sístole auricular; las aurículas se contraen simultáneamente y se abren las válvulas mitral y tricúspide. La sangre es impulsada hacia los ventrículos, que se encuentran en diástole. Las válvulas semilunares están cerradas para evitar el reflujo de la sangre de las arterias.

c) Sístole ventricular; se cierran las válvulas mitral y tricúspide. Después se produce la contracción simultanea de los ventrículos y se abren las válvulas semilunares. La sangre sale impulsada por las arterias pulmonares y aorta, hasta que los ventrículos se vacían. Al vaciarse los ventrículos se cierran las válvulas semilunares para evitar el reflujo de la sangre de las arterias.



Si se utiliza un estetoscopio pueden oírse dos sonidos distintos durante cada ciclo cardiaco. Estos ruidos cardiacos se describen a menudo con dos sílabas, “lubb” y “dupp,” y la secuencia es lubdup, pausa, lub-dup, pausa, y así sucesivamente. El primer ruido cardiaco (lubb) se debe al cierre de las válvulas AV. El segundo ruido cardiaco (dupp) se produce cuando se cierran las válvulas semilunares al final de la sístole. El sonido lubb cardiaco es más largo y alto que el segundo, que tiende a ser breve y bajo. 








1.2.2.1 Control y regulación del ritmo cardiaco

El corazón se contrae y relaja rítmicamente entre unas 60 a 100 veces por minuto en reposo, y más de 150 en esfuerzos. Los miocitos de las aurículas laten unas 60 veces por minuto, pero las células musculares del ventrículo se contraen algo más despacio (20-40 veces/min.).

Por lo tanto, sin algún tipo de sistema de control unificador, el corazón sería una bomba descoordinada e ineficaz.

El sistema nodal es el sistema de regulación intrínseco formado por células especiales del miocardio. Estas células combinan características del tejido muscular y nervioso, están especializadas en la conducción de impulso nervioso. De esta forma el corazón es autónomo, se contrae espontánea e independientemente, incluso si se cortan todas las conexiones nerviosas. Actúan en sentido unidireccional, provocando la contracción de las aurículas primero, seguida de los ventrículos. Asimismo, marca un ritmo de contracción de aproximadamente 75 latidos por minuto en el corazón, de modo que el órgano late como una unidad coordinada.


A: Nódulo sinoauricular (SA). Está situado en la pared superior de la aurícula derecha, donde se une con la vena cava. Se excita espontáneamente y marca el ritmo cardiaco. Es el que marca el ritmo del latido (marcapasos natural).

B: Nódulo auriculoventricular (AV). Situado en la parte baja de la aurícula derecha (tabique interauricular), cerca del ventrículo derecho. Capta la estimulación proveniente del nódulo sinoauricular.

C: Fascículo de His. Fibras musculares especiales procedentes del nódulo auriculoventricular. Se ramifican en las denominadas fibras de Purkinje por las paredes de los ventrículos, por los que propagan la excitación.

D: Fibras de Purkinje. Transmiten el impulso nervioso a través de todo el miocardio ventricular.

Propagación del impulso nervioso:



1. Se inicia el potencial de acción en el nodo SA.

2. Se transmite el impulso entre las vías internodales.

3. En el nodo AV, la conducción se hace más lenta.

4. Paso del impulso al ventrículo, a través del fascículo de His.

5. Ascenso del impulso por los ventrículos desde el ápex.


Dado que las fibras del nódulo aurículo-ventricular conducen el estímulo con relativa lentitud, los ventrículos no se contraen hasta haberse completado el latido auricular, es decir hay un retraso para permitir que pase la sangre a los ventrículos. En cada latido, el corazón eyecta un determinado volumen de sangre. El volumen total de sangre bombeada por el corazón por minuto se llama gasto cardíaco, como se vio anteriormente. 


Variaciones en el gasto cardíaco

Los cambios en el gasto cardíaco responden a diversas circunstancias, como diferentes necesidades en los tejidos, por ejemplo, durante el ejercicio. También puede modificarse por acción nerviosa, debido a la acción del sistema nervioso autónomo, por acción de hormonas o incluso por control intrínseco del corazón ligado al retorno venoso.

El SN Autónomo funciona como freno (parasimpático) o acelerador (simpático) según las condiciones del momento. El nervio vago (parasimpático) llega a todo el corazón, especialmente a los nódulos sinusal y aurículo-ventricular relajando el ritmo y la fuerza de contracción.

La activación se debe a las hormonas noradrenalina y adrenalina producidas en las glándulas suprarrenales. Activa el nódulo aurículo-ventricular y acelera el ritmo cardíaco.

Cuando los impulsos del sistema de conducción viajan a través del corazón y producen su contracción, se genera una corriente eléctrica en su superficie. Esta corriente se transmite a todos los fluidos corporales y alcanza hasta la superficie del cuerpo. De esta forma puede ser registrada en un electrocardiograma que permite establecer la capacidad del corazón de iniciar y transmitir los impulsos.

Los electrocardiogramas (ECG) son una herramienta muy valiosa para estudiar el funcionamiento del corazón y se usan desde la invención, a principios del siglo XX, del electrocardiógrafo.


En la gráfica de un electrocardiograma, la onda P refleja la despolarización (fase 0) auricular, el complejo QRS la despolarización ventricular, el intervalo PR refleja la velocidad de conducción a través del nódulo AV, el complejo QRS la velocidad de conducción intraventricular y el intervalo QT la duración del potencial de acción ventricularUn latido normal se refleja así en un electrocardiograma:



En esta imagen veis el latido y su electrocardiograma (E.C.G.):



Aquí podéis ver como se ven unos electrocardiogramas patológicos en comparación con uno normal:


Hay que tener en cuenta que dolencias como un infarto de miocardio solo pueden ser comprobadas al 100% estudiando los E.C.G. del paciente.

Para terminar os dejo un vídeo de como se realiza un E.C.G.




1.3. Los vasos sanguíneos

La circulación humana, como la de todos los vertebrados, es cerrada lo que significa que la sangre discurre en todo momento por unos vasos o conductos que la transportan del corazón a todos los tejidos del organismos y, desde ellos, de vuelta al corazón.




Distinguimos tres tipos principales de vasos sanguíneos:


1.3.1. Las arterias

Las arterias transportan la sangre desde el corazón hasta todos los tejidos del cuerpo. Es muy importante destacar, por lo tanto, que SIEMPRE salen del corazón hacia los tejidos y NUNCA entran al corazón ni se dirigen al mismo desde los tejidos.

Como la sangre sale del corazón a altas presiones y de forma discontinua (latidos), las paredes de las arterias deben ser gruesas, duras y elásticas para evitar romperse y obligar a la sangre a circular de forma continua.

Cada arteria tiene tres capas o túnicas concéntricas:

a) Capa o túnica interna o íntima; formada por el endotelio (epitelio simple plano), una lámina basal y una capa conjuntiva. Esta capa es idéntica a la que aparece en las venas y capilares.

b) Capa o túnica media; formada por fibras musculares lisas dispuestas concéntrica-mente, fibras elásticas y fibras de colágeno.

c) Capa o túnica externa o adventicia; formada por tejido conjuntivo laxo.

Estas tres capas están separadas claramente por unas láminas elásticas (media y externa).




Existen varios tipos de arterias:

a) Arterias grandes; Las grandes arterias conducen la sangre desde el corazón hasta arterias de tamaño medio, son capaces de recibir sangre a gran presión y propulsarla hacia adelante, en ellas domina la elasticidad y funcionan como un reservorio de presión. Suelen ocupar posiciones internas en el cuerpo, para estar a salvo del riesgo de rupturas. Por ejemplo, la aorta.

b) Arterias medianas; son arterias distribuidoras porque dirigen el flujo sanguíneo hacia distintos órganos; tienen paredes relativamente anchas, con más tejido muscular y menos fibras elásticas en la túnica media que las arterias grandes. En ellas domina la contractilidad pues cambian el diámetro para ajustarse al flujo sanguíneo. Por ejemplo, la braquial.

c) Arterias pequeñas y arteriolas; arterias cada vez más finas y delgadas. Sus túnicas media y externa se van reduciendo hasta desaparecer. Son responsables de la mayor parte de la resistencia vascular, regulan el flujo sanguíneo que llega a los lechos capilares mediante la actividad de las fibras de músculo liso. Al final se ramifican convirtiéndose en capilares.

Principales arterias del cuerpo: La aorta es la principal arteria que parte del corazón. Sale del ventrículo izquierdo y da un giro por detrás del corazón, formando el cayado aórtico y se continúa en la aorta descendente.

Otras arterias importantes son:

a) Arterias coronarias: Parten de la aorta ascendente. Riegan el corazón.

b) Arterias carótidas: Parten del cayado de la aorta hacia la cabeza.

c) Arterias subclavias: Parten del cayado de la aorta hacia las extremidades superiores.

d) Arteria hepática: Riega el hígado.

e) Arteria mesentérica: Sale de la aorta, riega el intestino.

f) Arterias renales: Desde de la aorta descienden a los riñones.

g) Arterias iliacas: Se divide la aorta hacia extremidades inferiores.

h) Arteria pulmonar: Parte del ventrículo derecho, como un tronco pulmonar y se ramifica rápidamente a los pulmones 


1.3.2. Los capilares

Los capilares forman una red de vasos muy finos, con una sola capa de células, el endotelio situado sobre una lámina basal, a través de los cuales se produce el intercambio de sustancias entre la sangre y los tejidos. No se encuentran ni en el epitelio, ni en la córnea y lentes del ojo, ni en el cartílago. Como son tan finos sufren frecuentes roturas pero se cierran gracias a la actuación de los factores de coagulación y de las plaquetas y se reponen rápidamente. Los diminutos capilares tienden a formar redes entretejidas denominadas lechos capilares. El flujo de sangre que va desde una arteriola a una vénula, es decir, a través de un lecho capilar, se denomina microcirculación



Microscopía electrónica de un capilar y un eritrocito (como estos son demasiado grandes deben deformarse para pasar por los capilares)

En la mayoría de las regiones corporales un lecho capilar consta de dos tipos de vasos:

a) una derivación vascular o canal de paso, un vaso que conecta directamente la arteriola y la vénula de los extremos opuestos del lecho.

b) los capilares verdaderos, los vasos de intercambio reales que son unos 10 a 100 por lecho capilar, según el órgano o los tejidos utilizados. Un puñado de fibras musculares lisas, denominado esfínter pre-capilar, rodea el inicio de cada capilar verdadero y actúa como válvula para regular el flujo de sangre del capilar.

La sangre que fluye por una arteriola terminal puede tomar una o dos rutas: a través de los capilares verdaderos o a través de la derivación. Cuando los esfínteres pre-capilares están relajados (abiertos), la sangre fluye a través de los capilares verdaderos y participa en el intercambio con las células de tejido. Cuando los esfínteres están contraídos (cerrados), la sangre fluye a través de las derivaciones y evita las células de tejido.





A medida que la sangre se mueve a través del lecho capilar, se produce el intercambio de sustancias entre el plasma sanguíneo y el líquido intersticial: los gases (como el oxígeno y el dióxido de carbono), los iones, las hormonas y las sustancias de bajo peso molecular en general, se intercambian libremente por difusión entre el plasma y los tejidos circundantes. Además, la elevada presión sanguínea facilita la salida de líquido por filtración de la sangre a través de las células del endotelio. Todas las sustancias del plasma pueden salir excepto las proteínas de alto peso molecular, debido a su tamaño; también pueden atravesarlos los leucocitos que se deforman, pero no los eritrocitos ni las plaquetas. Las proteínas que han quedado retenidas en el interior de los vasos ejercen un efecto osmótico que genera un movimiento de líquido en sentido opuesto al generado por la presión sanguínea, de modo que tiende a retornar el líquido desde los tejidos hacia los capilares.

El que el fluido salga de un capilar o entre en él, depende de la diferencia de concentraciones o presiones. Como regla general, la tensión arterial es mayor que la presión osmótica en el extremo arterial del lecho capilar e inferior que la presión osmótica en el extremo venoso. En consecuencia, el líquido sale de los capilares al principio del lecho y se recoge en el extremo contrario (vénula).

Sin embargo, no todo el líquido que se fuerza a salir de la sangre se recoge en el lado de la vénula y el líquido perdido va a pasar al sistema linfático. Las sustancias que se intercambian en primer lugar se difunden a través de un espacio intermedio lleno de líquido intersticial (líquido tisular). Las sustancias tienden a moverse hacia y desde las células del organismo según sus gradientes de concentración. Así, el oxígeno y los nutrientes salen de la sangre y entran en las células de tejido, y el dióxido de carbono y otros desechos salen de las células tisulares y entran en la sangre.

Básicamente, las sustancias que entran en la sangre o salen de ésta pueden tomar una de las cuatro rutas a través de las membranas plasmáticas de la capa de células endoteliales que forman el tubo del capilar:

a) Al igual que sucede con todas las células, las sustancias pueden difundirse directamente a través de sus membranas plasmáticas si las sustancias son apolares (como los gases respiratorios).

b) Determinadas sustancias polares o de mayor tamaño pueden entrar en la sangre, salir de ésta al pasar a través de las membranas plasmáticas de las células endoteliales en vesículas, es decir, mediante un proceso de endocitosis o exocitosis.

c) Además hay un paso (limitado) de líquido y pequeñas soluciones a través de las fisuras intercelulares, es decir por huecos o zonas libres entre membranas de células adyacentes que no estén demasiado unidas. Recordemos que en los capilares cerebrales esto no es posible (barrera hematoencefálica), pero la mayoría de nuestros capilares si presenta fisuras intercelulares.

d) Una vía libre para pequeñas soluciones y líquidos también está presente en los llamados capilares fenestrados. Una fenestra (de fenestra = ventana) es un poro o abertura ovalado, que generalmente está cubierta por una delicada membrana. Estos capilares fenestrados solo se encuentran en regiones del cuerpo donde la absorción es prioritaria (capilares intestinales o capilares que recogen hormonas de las glándulas endocrinas) o donde se produce la filtración (el riñón). 


1.3.3. Las venas

Las venas son los vasos sanguíneos que transportan la sangre desde los tejidos hasta el corazón.
Es muy importante destacar, por lo tanto, que SIEMPRE salen de los tejidos hacia el corazón y NUNCA salen del corazón ni se dirigen del mismo hacia los tejidos.
Van aumentando de tamaño según se acercan al corazón y en su interior hay una serie de válvulas que impiden el retorno venoso dado que la sangre circula con muy poca presión y, en muchas ocasiones, en contra de la gravedad.
Este retorno venoso también se ve ayudado por la presión de los músculos aledaños al contraerse y por la bajada de presión en el pecho cuando inhalamos (que hace que las venas se dilates y aspiren la sangre hacia arriba).


Como las arterias, las venas están formadas por tres capas o túnicas:

a) Capa o túnica interna o íntima; formada por el endotelio (epitelio simple plano), una lámina basal y una capa conjuntiva. Los límites entre esta capa y la siguiente están con frecuencia mal definidos.
b) Capa o túnica media; poco desarrollada en las venas, y con algo de tejido elástico. Constituida sobre todo de tejido conjuntivo, con algunas fibras musculares lisas dispuestas concéntricamente.
c) Capa o túnica externa o adventicia; que forma la mayor parte de la pared venosa. Formada por tejido conjuntivo laxo que contiene haces de fibras de colágeno y haces de células musculares dispuestas longitudinalmente.








Principales venas del cuerpo:

a) Cava superior: Recoge la sangre de la parte superior del cuerpo.

b) Cava inferior: Recoge la sangre de la parte inferior del cuerpo.

c) Vena hepática: Forma parte del sistema porta hepático, es la vena de salida que conduce a la cava inferior.

d) Venas renales: Recogen la sangre de los riñones, conectan con la cava inferior.

e) Venas ilíacas: Recogen la sangre de las extremidades inferiores. Confluyen en la cava inferior.

f) Venas yugulares: Son cuatro venas que recogen la sangre de la cabeza y desembocan en las venas braquiocefálicas que confluyen en la cava superior.

g) Venas subclavias: Recogen la sangre de los brazos. También conectan con las braquiocefálicas.

h) Venas pulmonares: Cuatro venas que desembocan en la aurícula izquierda recogen la sangre oxigenada del pulmón. 


4. La circulación sanguínea

En primer lugar debemos recordar y refrescar algunos conceptos que ya hemos estudiado otros años pero son básicos para hablar de la circulación sanguínea en los mamíferos (y en el hombre, por lo tanto):

El aparato circulatorio humano es CERRADO. Esto significa que la sangre viaja por todo el cuerpo en el interior de los vasos sanguíneos sin salir de ellos. No baña directamente los tejidos y el intercambio de nutrientes y desechos ocurre a través del endotelio capilar.

La circulación humana es COMPLETA. Esto significa que en ningún momento hay una mezcla de sangre cargada de oxígeno con sangre con poco oxígeno y mucho dióxido de carbono. Esto es posible gracias a la separación completa de los lados izquierdo y derecho del corazón que aparece en las aves y los mamíferos (algo que permite, por ejemplo, que sean endotermos y puedan realizar esfuerzos musculares mucho mayores y más sostenidos en el tiempo).


La circulación humana es DOBLE. Para dar una vuelta íntegra al cuerpo, la sangre debe pasar dos veces por el corazón. El recorrido de la sangre es preciso y sigue dos circuitos: la circulación pulmonar o menor y la circulación sistémica o mayor.

El lado derecho del corazón es responsable de la circulación pulmonar y el lado izquierdo de la circulación sistémica.

4.1. Circulación pulmonar

Esta circulación transporta la sangre desoxigenada del corazón a los pulmones donde se carga de oxígeno, y descarga de dióxido de carbono, antes de volver al corazón. Es un circuito mucho menor que el sistémico lo que explica que el lado derecho del corazón sea más pequeño y mucho menos potente muscularmente hablando.



Aunque ya lo vimos os vuelvo a dejar el modelo en 3D donde se ve esta circulación menor.


4.2. Circulación sistémica

Esta circulación transporta la sangre oxigenada a todos los tejidos de nuestro cuerpo y retorna al corazón desde ellos. A este flujo circulatorio muchas veces también se le llama flujo paralelo ya que la sangre no fluye de órgano en órgano sino que solo pasa por un órgano antes de volver al corazón (excepto en los sistemas porta que mencionaremos luego).



Los pasos que sigue son:

a) La sangre oxigenada llega a la aurícula izquierda por la vena pulmonar, y pasa al ventrículo izquierdo a través de la válvula auriculoventricular, desde donde es eyectada a todo el cuerpo a través de la aorta.

b) La aorta se divide en sus distintas ramificaciones en otras arterias de menor tamaño, que darán paso a su vez a las arteriolas, y estas a los capilares. De ahí van a los tejidos para fluir en el lado venoso de la circulación.

c) Las venas que proceden de la parte superior e inferior del cuerpo se unen y forman, respectivamente, las venas cavas superior e inferior, que drenan en la aurícula izquierda.


Para terminar por hoy vamos a mencionar brevemente tres partes de la circulación mayor que tenemos que tener en cuenta:

a) Circulación coronaria; el corazón como músculo que no puede detenerse en ningún momento tiene un pequeño aparatos circulatorio propio llamado circuito coronario




b) Sistemas porta; estos sistemas son especiales pues constan de venas que no van al corazón si no que, tras dividirse en capilares, comunican un órgano con otro. El más conocido y destacado es el sistema porta-hepático que lleva sangre venosa desde el intestino (donde se absorben los nutrientes) al hígado (en lugar de dirigirse directamente al corazón como sería lo habitual).




4.3. Presión sanguínea: pulso y tensión

Las constantes vitales en el ámbito médico incluyen además la frecuencia respiratoria y la temperatura, dos parámetros del sistema circulatorio: el pulso arterial y la presión arterial.

El pulso arterial es una medida de la frecuencia cardíaca. La expansión y el retroceso alternantes de una arteria que se producen con cada latido del ventrículo izquierdo crea una onda de presión (pulso) que circula por todo el sistema arterial. Por eso se considera que el pulso (oleadas de presión por minuto) es igual que la frecuencia cardiaca (latidos por minuto).

El pulso medio oscila entre 70 y 76 latidos por minuto en una persona normal en reposo; depende de la actividad, de los cambios posturales y de las emociones. Se puede notar el pulso en cualquier arteria que se encuentre cerca de la superficie corporal comprimiendo la arteria contra tejido firme; generalmente se toma el pulso radial, que es muy accesible, donde la arteria radial se acerca a la superficie en la muñeca, aunque hay otros puntos del pulso arterial importantes desde el punto de vista médico. 


La presión (o tensión) arterial (BP) es la presión que ejerce la sangre contra las paredes internas de los vasos sanguíneos. Esta presión debe ser suficiente para llevar la sangre a todos los puntos del cuerpo (incluyendo el recorrido contra la gravedad), además de vencer el rozamiento en los capilares sanguíneos.

A menos que se indique lo contrario, el término presión arterial se entiende como la presión en las arterias sistémicas grandes cerca del corazón. La presión es mayor en las arterias grandes y continúa disminuyendo a través de las vías sistémica y pulmonar, hasta llegar a cero o a una presión negativa en las venas cavas.

Medición de la presión arterial: puesto que el corazón se contrae y relaja de forma alterna, el flujo hacia adelante y hacia atrás de la sangre en las arterias hace que la tensión arterial suba y baje en cada latido. Por tanto, normalmente se realizan dos mediciones de la presión arterial:

a) la presión sistólica (PS o PAS), la presión de las arterias en el pico de contracción ventricular (presión sistólica o máxima).

b) la presión diastólica (PD o PAD), la presión que se produce cuando se relajan los ventrículos (presión diastólica o mínima).

La técnica manual de referencia se realiza colocando un esfigmomanómetro de mercurio en el brazo y auscultando el latido en la arteria interna del brazo con un fonendoscopio. Las presiones arteriales se indican en milímetros de mercurio (mmHg), con la presión sistólica en primer lugar; 120/80 (120 sobre 80) se traduce como una presión sistólica de 120 mm Hg y una presión diastólica de 80 mm Hg.

Con mayor frecuencia, la presión arterial sistémica se mide de forma indirecta mediante el método de auscultación.

El valor de la presión está regulado por concentración de sales y proteínas (presión osmótica) y por el diámetro del vaso (en el cual influye la túnica media muscular). La presión aumenta si se contraen los vasos sanguíneos o entra líquido en el sistema y disminuye si se relajan los vasos o sale líquido del sistema. Si es demasiado baja hay problemas por falta de riego sanguíneo y si es demasiado alta se incrementa el gasto cardiaco y aumenta el riesgo de derrames sanguíneos, por ruptura de los vasos. 




Presión arterial media; para calcular un valor medio de la presión arterial se usan estos valores y el tiempo que dura cada uno de ellos con la siguiente fórmula:

PAM = (PAS + 2 · PAD) / 3


Factores que influyen en la presión sanguínea

La presión arterial (BP) está directamente relacionada con el gasto cardiaco y la resistencia periférica de acuerdo con la siguiente ecuación:

BP = G · PR

· G = gasto cardíaco, la cantidad de sangre bombeada fuera del ventrículo izquierdo por minuto.

· PR = resistencia que encuentra la sangre al moverse por los vasos sanguíneos).


Ya hemos considerado la regulación del gasto cardiaco así que aquí nos centraremos en la resistencia periférica.

La resistencia periférica mide la fricción que encuentra la sangre a medida que fluye por los vasos sanguíneos. Muchos factores aumentan la resistencia periférica, pero probablemente el más importante es el estrangulamiento o estrechamiento de los vasos sanguíneos, especialmente las arteriolas, como resultado de la actividad del sistema nervioso simpático o de la aterosclerosis. El aumento de volumen sanguíneo o la reducción de la viscosidad de la sangre (espesor) también incrementan la resistencia periférica.

Cualquier factor que aumente el gasto cardiaco o la resistencia periférica provoca un incremento reflejo casi inmediato de la presión arterial. Hay un conjunto de receptores en las paredes de la arteria carótida común interna (seno carotídeo) y de la aorta (cayado aórtico) que recogen información y la envían al bulbo raquídeo; algunos son barorreceptores que miden la presión y otros son quimiorreceptores que detectan no sólo el nivel de concentración de CO2 sino también O2.

Principales factores que influyen en la presión sanguínea:

A. Factores neuronales debido a la actividad del SNA. En concreto la acción del SNA simpático es importante porque provocan la vasoconstricción o el estrechamiento de los vasos sanguíneos, lo que aumenta la presión arterial. El centro simpático del bulbo raquídeo se activa para provocar la vasoconstricción en distintas circunstancias. Veamos tres casos:

· Por ejemplo, una persona que está tumbada y se levanta repentinamente, el efecto de la gravedad hace que la sangre se estanque en los vasos de los pies y piernas, y que baje la presión arterial. Esto activa señales de advertencia y en consecuencia se provoca la vasoconstricción y aumenta de nuevo la presión arterial hasta los niveles homeostáticos.

· Por ejemplo, en caso de accidente, si el volumen sanguíneo se reduce de repente por una hemorragia, la presión arterial cae y el corazón empieza a latir con mayor rapidez para intentar compensarse. No obstante, puesto que la pérdida de sangre reduce el retorno venoso, el corazón se resiente y el latido es más débil y sin eficacia. En tales casos, el SNA simpático provoca una vasoconstricción para aumentar la presión arterial de modo que, con suerte, aumente el retorno venoso y pueda continuar la circulación.

· En el ejemplo típico de la actividad del SNA simpático, cuando estamos asustados y tenemos que escapar de forma precipitada. En estas condiciones, se produce una vasoconstricción generalizada excepto en los músculos esqueléticos. Los vasos de los músculos esqueléticos se dilatan para aumentar el flujo sanguíneo hasta los músculos que están trabajando con toda intensidad en ese momento de peligro. Debe tenerse en cuenta que los nervios simpáticos nunca provocan la vasoconstricción de los vasos sanguíneos del corazón o del cerebro.

 B. Factores renales. Los riñones desempeñan una función principal en la regulación de la presión arterial porque influyen en el volumen sanguíneo. A medida que la presión arterial (o el volumen sanguíneo) aumenta más de lo normal, los riñones reabsorben menos agua y emiten mayor volumen de agua en la orina. Puesto que la fuente de esta agua es la sangre, el volumen de sangre disminuye, lo que, a su vez, reduce la presión arterial. Sin embargo, cuando baja la presión arterial, los riñones retienen agua del organismo, de modo que aumentan el volumen sanguíneo y con ello la presión arterial.

Si la presión arterial es baja, determinadas células renales liberan una enzima, llamada renina, en la sangre. La renina activa una serie de reacciones químicas que forman angiotensina, una sustancia química de potente acción vasoconstrictora. Además la angiotensina también estimula la corteza suprarrenal para liberar aldosterona, una hormona de la corteza de la glándula suprarrenal que mejora la reabsorción de iones de sodio en los riñones. A medida que el sodio se mueve hacia la sangre, el agua la sigue. Así, tanto el volumen sanguíneo como la presión arterial aumentan. Recordar que además la aldosterona estimula la hipófisis posterior o neurohipófisis para que segregue ADH (hormona antidiurética), cuyo efecto es mejorar la permeabilidad de las membranas celulares en las nefronas, de modo que se puede reabsorber más agua desde los riñones hacia la sangre y esto contribuye a aumentar de presión sanguínea.

C. Temperatura. En general, el frío tiene un efecto vasoconstrictor, por eso se recomienda la aplicación de compresas frías para evitar que se hinchen las zonas con magulladuras. Por el contrario, el calor tiene un efecto vasodilatador y las compresas templadas se utilizan para acelerar la circulación de una zona inflamada.

D. Sustancias químicas. Los efectos de ciertos fármacos afectan a la presión arterial y son bien conocidas en muchos casos. Por ejemplo, la adrenalina y noradrenalina (catecolaminas) aumentan tanto la frecuencia cardiaca como la presión arterial y la nicotina del tabaco aumenta la presión arterial provocando la vasoconstricción. Por su parte, tanto el alcohol como la histamina tienen acción vasodilatadora y disminuyen la presión arterial. La razón por la que una persona que ha bebido de más se pone roja es que el alcohol dilata los capilares que se encentran bajo la piel de la cara. 

E. Dieta. Aunque las opiniones médicas tienden a cambiar y pueden resultar contradictorias, en general se admite que una dieta baja en sal, con pocas grasas saturadas y colesterol ayuda a evitar la hipertensión. Aunque el proceso de envejecimiento contribuye a los cambios que se producen en las paredes de los vasos sanguíneos, que pueden causar apoplejías o infartos de miocardio, la mayoría de los datos indican que es la dieta, y no el envejecimiento, el factor más importante en las enfermedades cardiovasculares. Todos coinciden en que el riesgo se reduce si las personas comen menos grasa animal, baja el consumo de colesterol y reduce la sal.

Hipertensión

Una breve elevación de la presión arterial es una respuesta normal a la fiebre, al esfuerzo físico y las molestias emocionales, como el enfado y el miedo. Pero la hipertensión persistente (o la presión arterial alta) es patológica y se define como una enfermedad de una presión arterial alta y sostenida de 130/80 o mayor.

La hipertensión crónica es una enfermedad peligrosa que indica una resistencia periférica que se va incrementando. Los primeros 10-20 años no hay síntomas, por eso se conoce como el “asesino silencioso”. Puesto que el corazón es forzado a bombear contra una mayor resistencia, debe trabajar con mayor intensidad y, con el tiempo, el miocardio se agranda. Cuando finalmente se fuerza más allá de su capacidad para responder, el corazón se debilita y sus paredes se vuelven flácidas.

La hipertensión también causa estragos en los vasos sanguíneos, el hecho de que las paredes de los vasos se vuelvan más ásperas fomenta la formación de trombos, estos pequeños rasguños en el endotelio aceleran la evolución de la aterosclerosis. La pérdida gradual de elasticidad en los vasos sanguíneos provoca hipertensión y cardiopatía hipertensa. Al menos el 30% de la población en países desarrollados presenta hipertensión a los 50 años, y las enfermedades cardiovasculares provocan más de la mitad de las muertes en personas de más de 65 años.

Se produce por:

a) Factores genéticos y raciales. La hipertensión es hereditaria. El hijo de unos padres hipertensos tiene el doble de posibilidades de desarrollar una presión arterial alta que el de padres con una presión arterial normal.

b) Tipo de vida y alimentación. La presión arterial alta es común en las personas obesas porque la longitud total de sus vasos sanguíneos es relativamente mayor que la de los individuos más delgados. Por cada 450 gramos de grasa, se necesitan miles de vasos sanguíneos adicionales, lo que obliga al corazón a trabajar con más intensidad para bombear la sangre a distancias mayores.

c) Alteraciones renales.

Hipotensión

La hipotensión o presión arterial baja presenta valores de presión arterial sistólica por debajo de 100 mmHg. En muchos casos, es propia del individuo y no es motivo de preocupación. De hecho, la presión arterial baja es un resultado esperado del entrenamiento físico y se asocia con una vida larga y sin enfermedades en la vejez.

La hipotensión crónica, que no se explica por la condición física, puede indicar una mala nutrición y unos niveles inadecuados de proteínas en sangre. Debido a que la viscosidad de la sangre es baja, la presión arterial también es menor de lo normal. También puede indicar pérdida de líquido circulatorio, por ejemplo por hemorragias, heridas, quemaduras o infecciones. 

Shock circulatorio

En relación con la hipotensión podemos hablar del shock, que es un fallo del sistema cardiovascular que impide suministrar suficiente O2 y nutrientes para las necesidades metabólicas celulares. Las células se ven obligadas a cambiar a respiración anaeróbica y el ácido láctico se acumula, con lo que células y tejidos se dañan y mueren.

Los síntomas típicos del shock circulatorio son: presión sanguínea baja (hipotensión, BP máxima <90 mmHg), ritmo cardíaco rápido (taquicardia) pero pulso débil, evidencia de descompensación o ausencia de funcionamiento de órganos periféricos (piel fría y pálida, producción baja de orina, confusión o pérdida de conciencia).

Según las causas hay diversos tipos de shock, en cualquier caso, si no hay una rápida respuesta homeostática, como puede ser la activación del sistema nervioso simpático, o la activación del sistema renina- angiotensina –aldosterona, el paciente de shock empeora rápidamente.

El shock es una emergencia médica y una de las causas más comunes de muerte en pacientes en estado crítico, pues acaba en un paro cardíaco.


5. El sistema linfático

El sistema linfático está formado por una red de vasos y nódulos linfáticos y recorrido por un líquido similar a la sangre llamado linfa



El sistema linfático es necesario porque las diferencias de presión sanguínea hacen que salga más líquido de los capilares que el que regresa a ellos. El líquido intersticial excedente pasa al sistema linfático, que lo recolecta y lo vuelca más tarde de nuevo en las venas. La linfa tiene una composición semejante al líquido intersticial, tiene más agua y lípidos que la sangre y menos proteínas y sales. Como no hay plaquetas, la linfa no coagula. En la linfa se transportan al torrente sanguíneo las grasas absorbidas del tubo digestivo.

El sistema linfático tiene algunas similitudes con el sistema venoso, pues consiste en una red interconectada de vasos que son progresivamente más grandes. Los vasos linfáticos son muy permeables, por lo que dejan pasar el fluido extracelular. Se forman como capilares con un extremo cerrado que se encuentran en casi todos los espacios tisulares y se unen para formar vasos linfáticos mayores que presentan una capa de músculo liso que les permite contraerse y contienen en su interior válvulas que impiden el retroceso de la linfa; la linfa también se mueve por la acción de los músculos del cuerpo.

El sistema linfático termina desembocando en dos lugares: en el conducto torácico, que se vacía en la vena subclavia izquierda, y a través del conducto linfático derecho, que se vacía en la vena subclavia derecha. Estas dos venas desembocan en la vena cava superior.

En las confluencias de los vasos se forman los ganglios o nódulos linfáticos, que son masas de tejido esponjoso distribuidos por todo el sistema linfático. En estos nódulos proliferan los linfocitos, glóbulos blancos especializados que son efectores de la respuesta inmune. Los ganglios linfáticos, además actúan como filtros, ya que retienen los cuerpos extraños que circulan por la linfa. 


Las funciones del sistema linfático son:

a) Retorno del líquido intersticial a la sangre.

b) Presentación de antígenos en el sistema inmunitario, los ganglios linfáticos actúan como filtros que identifican, retienen y destruyen microbios.

c) Trasporte de lípidos del intestino al hígado, se aprovecha el sistema linfático para transportar lípidos, pues una obstrucción de un vaso linfático es menos peligrosa que la de un vaso sanguíneo.

Órganos y tejidos linfoides

A) Tejido linfoide asociado a mucosas; conjunto de estructuras dispersas por el cuerpo, como las amígdalas o el tejido linfoide de la mucosa bucal, cuya función es prevenir la entrada de microorganismos.

B) Timo; órgano bilobulado en el que maduran los linfocitos T (de timo). Imprescindibles para el sistema inmunitario. Es más activo en niños y reduce su actividad a partir de la pubertad. En la edad adulta está sustituida por tejido adiposo.

c) Bazo; es un órgano que cumple las mismas funciones con la sangre que los ganglios linfáticos con la linfa, es decir, filtra la sangre y la limpia de formas celulares alteradas. También sirve como almacén de eritrocitos que puede liberar si son necesarios.

d) Ganglios linfáticosmasas de tejido esponjoso distribuidos por todo el sistema linfático. En estos nódulos proliferan los linfocitos, glóbulos blancos especializados que son efectores de la respuesta inmune. Los ganglios linfáticos, además actúan como filtros, ya que retienen los cuerpos extraños que circulan por la linfa. 




Aquí tenéis un modelo 3D del sistema linfático:

Aquí tenéis un modelo 3D de un ganglio linfático:




6. Hábitos saludables y factores de riesgo

6.1. Hábitos saludables



6.2. Factores de riesgo cardiovascular



7. Patologías del sistema cardiovascular

7.1. Patologías de la sangre

a) Anemias; están caracterizadas por la incompetencia funcional de los eritrocitos para liberar oxígeno en los tejidos. Puede deberse a un bajo número de eritrocitos, a deformidades en los mismos, a escasez de hemoglobina (normalmente por falta de hierro), etc etc.
Los síntomas más frecuentes son: palidez, fatiga, frío, debilidad, etc etc
Los tratamientos son muy diferentes pues deben atender al motivo que causa la anemia.



Uno de los tipos más graves es la llamada anemia falciforme por la forma de hoz que adquieren los eritrocitos. Esta deformidad hace que puedan tener mucha menos hemoglobina, y por tanto oxígeno, que los eritrocitos sanos.

Dibujo bonito de un eritrocito sano y un eritrocito falciforme



b) Policitemia; trastorno de la médula ósea que provoca una producción excesiva de eritrocitos. Esto eleva demasiado el hematocrito y por tanto la densidad sanguínea con los consiguientes problemas circulatorios.
Los síntomas más frecuentes son: dificultades respiratorias, mareos, dolores de cabeza, enrojecimientos de la piel, ...



Es una enfermedad genética así que su tratamiento paliativo suele ser la flebotomía o sangría.

c) Leucemias; son un grupo heterogéneo de patologías en las que hay un aumento incontrolado de leucocitos. Se suelen denominar vulgarmente como cánceres de la sangre y son especialmente prevalentes en niños (al contrario que la mayoría de estas patologías).  Los síntomas son similares a los de la anemia sumado a la inflamación de los órganos linfáticos y la médula ósea y a sangrados y petequias frecuentes.
Los tratamientos son variables pero en el caso de las leucemias agudas suelen ser quimio y radioterapia, inmunoterapia y trasplante de médula ósea (si hay un donante compatible).



d) Hemofilia; como estudiamos el año pasado en genética la hemofilia es una enfermedad genética que provoca una falta de coagulación en la sangre por falta de factores de coagulación. Esto provoca que cualquier herida conlleve unas hemorragias muy importantes y pueda llegar a causar la muerte.



7.2. Patologías cardíacas

a) Arritmias; denominamos arritmia a cualquier anomalía de la periodicidad del latido cardiaco. El latido cardiaco normal, es regular (rítmico) y en reposo su frecuencia oscila entre 60 y 100 veces por minuto. Si va demasiado lento, (menos de 60 latidos por minuto), lo denominamos bradicardia. Si late demasiado rápido (más de 100 latidos por minuto) lo denominamos taquicardia. Un corazón normal puede latir más rápido con el ejercicio o con las emociones y puede latir más lento con el sueño o con el entrenamiento.

La frecuencia cardiaca máxima a la que puede llegar una persona se calcula con la fórmula 220 menos su edad en años. Por lo tanto, cuanto mayor es una persona, menor es la frecuencia máxima a la que puede llegar su corazón en condiciones de esfuerzo o emociones.

Los síntomas suelen ser palpitaciones, dolor torácico, mareos o síncopes, cansancio y disneas.

En casos excepcionales puede provocar una parada total del corazón y una muerte súbita.

Los tratamientos pueden ser eliminar los desencadenantes (sí se conocen), la ablación (eliminación quirúrgica de la parte del corazón que causa la arritmia), o la implantación de marcapasos o desfibriladores. Hoy en día estos aparatos son muy pequeños y pueden implantarse bajo la piel conectados con cables al corazón.












b) Insuficiencia cardíaca; el corazón es incapaz de bombear suficiente sangre oxigenada. Sus principales causas son la enfermedad de la arteria coronaria (que hace que llegue poco oxígeno y nutrientes al corazón o un debilitamiento del músculo por arritmias, infecciones, valvulopatías, …

Los síntomas son disnea, fatiga, hinchazón de extremidades, piel azulada, … Los tratamientos dependen de la causa pero incluso en las peores se puede ayudar aliviando su carga con una vida saludable.


c) Angina de pecho; se produce por la disminución del riego sanguíneo al miocardio sin que se mueran sus células. Se caracteriza por un dolor agudo en el corazón y brazo izquierdo, sensación de debilidad, dificultad para respirar,...



d) Infarto de miocardio; es una variante más grave de la angina de pecho. En este caso la disminución del riego sanguíneo es total (normalmente por la obstrucción de las arterias coronarias) y se produce la necrosis del tejido cardíaco afectado. Este daño es irreversible y de su extensión dependerá la gravedad del infarto pudiendo llegar a causar la parada cardíaca total y la muerte.



Debido a esto el tiempo es un factor fundamental en los infartos y el paciente debe acudir a urgencias y ser tratado en el menor tiempo posible. Normalmente se tratará con fármacos para calmar el dolor e intentar disolver el trombo.

Además de los anticoagulantes normalmente hay que reestablecer la circulación sanguínea lo antes posible. Para eso es muy importante localizar exactamente donde está el trombo; esto se consigue mediante una angiografía (se inyecta un contraste en los vasos coronarios para ver donde no pasa la sangre).
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Hace años solía hacerse mediante cirugía a corazón abierta haciendo un bypass (o más de uno) coronario..







Hoy en día se procura eliminar la obstrucción mediante una angioplastia con un stent. La ventaja de esta técnica radica en que no es necesario abrir el pecho del paciente, parar el corazón y que tenga que sufrir una recuperación hospitalaria muy larga y dolorosa tras un procedimiento tan agresivo. El procedimiento se hace a través de unos catéteres que implantan la malla o stent que abre y mantiene abierto el vaso coronario.










e) Soplo cardíaco; son alteraciones en las válvulas cardíacas. Se les denomina así porque al cerrar mal hacen ruidos extraños que pueden escuchar los médicos. Al cerrar mal el corazón necesita mucho más esfuerzo para bombear la sangre lo que acarrea todo tipo de problemas como arritmias, insuficiencia cardíaca, edemas, etc etc.

Son frecuentes en la infancia y en el crecimiento y en la mayoría de los casos son inofensivos, no precisan tratamiento alguno y se corrigen solos.

Cuando sus síntomas son los de los problemas que conllevan las cardiopatías que citábamos arriba además de esos ruidos es cuando hay que preocuparse y acudir al cardiólogo.

En los casos más graves puede ser necesario sustituir la válvula defectuosa o corregir el defecto del corazón. Normalmente esto solo ocurre en malformaciones congénitas graves o en infecciones graves no tratadas adecuadamente.












La diferencia en el postoperatorio de ambos procedimientos es enorme, como podéis imaginar.

7.3. Patologías de los vasos sanguíneos

a)Arteriosclerosis; es un envejecimiento normal de las arterias que se endurecen, pierden elasticidad y se engrosan dificultando la circulación. Afecta especialmente a las arterias cerebrales y articulares.




Puede paliarse con estilos de vida saludable y tratarse con anticoagulantes y stents.


b) Aterosclerosis: en muchas ocasiones se mezcla con la arteriosclerosis. En está se produce un depósito de grasas en la pared de la arteria formando unas placas llamadas ateromas. Estas disminuyen la luz del vaso favoreciendo que se acumulen y formen trombos lo que ocasiona trombosis, ictus e infartos. Si algún trozo de esa placa se desprende puede viajar por la sangre y ocasionar estos trombos e infartos en vasos más pequeños.

En muchas ocasiones no presenta síntomas hasta que no ocurre algo grave (como un ictus, un infarto, …).

Como tratamiento tenemos los hábitos de vida saludables, los anticoagulantes y, en casos puntuales graves, se deshace la placa con un catéter y se implanta un stent para asegurar que el vaso se mantenga abierto.









c)Trombosis; formación de un coágulo en el interior de un vaso sanguíneo. Su gravedad depende de la importancia y localización del vaso que queda total o parcialmente obstruido.




d) Embolias; puede confundirse con la trombosis. Hablamos de embolia cuando un trozo del coágulo se desprende y viaja por la sangre. Es muy peligroso pues cuando llegue a arterias pequeñas como las que riegan el corazón, los pulmones o el cerebro provocará un atasco y el consiguiente infarto (cardíaco, pulmonar o cerebral).






e)Varices; son dilataciones venosas que dificultan que la sangre retorne eficazmente al corazón. Se producen por alteraciones y deformaciones en las válvulas venosas. Aparecen sobre todo en las extremidades inferiores.


Cuando ocurre en venas superficiales pueden verse fácilmente a simple vista; en venas profundas ocasionan dolor, pesadez, calambres, edemas, ...

Se combate con hábitos de vida saludable, una buena musculatura y ejercicio regular en las piernas y evitando tener las piernas quietas durante periodos largos (levantar las piernas suele aliviar bastante las molestias). El uso de medias compresivas también ayuda a limitar la deformación e inflamación de las mismas. En casos severos se tratan eliminando las venas (especialmente la safena) mediante cirugía. Hoy en día se usa la cirugía láser que es menos invasiva y permite una recuperación inmediata y con pocos efectos secundarios.






f) Aneurismas; es una deformidad de la pared de una arteria, ocasiona una “bolsa” llena de sangre. Puede aparecer en cualquier arteria pero son especialmente peligrosos los de la aorta y los vasos cerebrales.

En muchos casos estos defectos son congénitos o aparecen muchos años atrás pero no se detectan, salvo de forma casual, hasta que se rompen debido a que la pared de la arteria se hace cada vez más débil al ir "hinchándose" con los años. La hemorragia producida es interna y puede ser muy peligrosa en el caso de ocurrir en la cabeza (ya vimos los ictus y derrames cerebrales y sus problemas en anatomía) o en una arteria del tamaño de la aorta (la persona puede morir desangrada en muy poco tiempo).






Podéis ver el aneurisma en la arteria de la izquierda







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